Uno rapidito

Estaba tendiendo la ropa en la azotea, y se levantó un viento arremolinado del demonio. Y no os lo vais a creer, pero se oye un crash y veo a Superman enredado en mis sabanas recién lavadas. Me pongo nerviosísima, no sé qué hacer, pienso en cuando se lo diga a las de la peluquería y claro, no me iban a perdonar si no lo hago, así que aprovechando la confusión me acerco y le toco un cachete primero disimuladamente, y luego sin tapujos.

 

La verdad, tiene el culo como una piedra.

 

El hombre, bueno el superhombre, se pone como un tomate y no atina a levantarse, así que aprovecho para sopesar sus atributos, que a ojo de buen cubero, son sensiblemente más desarrollados que los de mi Mariano.

 

El problema es que se me engancha el anillo con el sello de mi madre en el elástico de sus calzoncillos, que ya son ganas de llevarlos por fuera de la ropa,…. y al tirar pasa lo que pasa, cuando llevas una mezcla de elastano y algodón dos tallas más ajustadas de tus medidas, que se le rasga la mitad del atuendo.

 

Me disculpo y me ofrezco a hacerle un zurcido, el hombre que aún no ha abierto la boca me sigue por las escaleras hasta el piso. Pongo en marcha la máquina de coser y le invito a quitarse la ropa. Se queda a medias y observo de reojillo que lo que antes sopesé ahora sopesa el doble…. Menuda erección que me lleva el chaval…. Me digo, Concha, la ocasión la pintan calva (bueno en realidad calva, calva, la de mi mariano, que este tiene un pelazo…) y utilizo el truco que primero me viene a la cabeza. Me acabo de despojar del traje camisero de un tirón (tendré que recoser los botones, pero merece la pena).

 

Sin embargo el tipo sigue paralizado, así que pongo mi mejor voz de Jenny y empiezo a gritar ¡sálvame Superman! ¡sálvame Superman!... parece que he dado en el clavo. Ayss no, arrrg, sabía que los Superhéroes eran precoces para todo, pero que tengas el encuentro de tu vida con uno y resulte un eyaculador precoz.